miércoles, 30 de noviembre de 2011

Celebración del Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes de Chile, 28 de Ocubre 2011

El Día de los Evangélicos en el Palacio de la Moneda fue sorprendentemente bien recibido.  Expreso sorpresa por lo largo que resultó el programa a pesar de mis repetidas advertencias a los participantes, y por el calor. De hecho se anduvo diciendo en La Moneda como varios ministros y funcionarios tenían el aspecto de haber estado veraneando temprano..... ¡Lucían un tono fascinante al día siguiente!  Fue bien recibido porque hay seriedad, como expresó el Ministro Larroulet en su discurso, en el Gobierno de buscar apoyar al mundo evangélico.  El saludo del Presidente también lo afirmó.  Y ¿por qué desean apoyar tanto al mundo evangélico?  Es claro, los testimonios lo decían todo.  Ayuda a la Rehabilitación de alcoholismo, drogadicción, presos... Empresarios, educacionalistas, políticos, como Ena von Baer, todos apuntaban a que el mundo evangélico, YA LE HACE MUCHA PEGA AL ESTADO GRATIS, por decirlo en buen chileno.  Se proyecta, además con promisorios personajes quienes ya están pensando en la influencia del Evangelio en el país futuro.  ¿Cuántos millones de pesos le ahorra al Gobierno esos muchos programas hechos desde el amor del corazón y por amor al Señor?   Debían, por lo tanto ser muy respaldados por la varias entidades gubernamentales.  Pero, sobre todo, fue bien recibido el Evento por ser que se habló de Dios en el Palacio, se oró, se cantó, se estableció la bandera cristiana (¡qué apropósito el próximo año izaremos!) en medio del qué hacer nacional.  ¡Qué escandaloso (para los enemigos del evangelio) y glorioso (para sus amigos) a la vez que se haya llegado tan lejos con las conquistas de territorio evangélico!  ¡Gracias a todos que hayan contribuido!

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